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ANIMALES EXÓTICOS EN ESPECTÁCULOS ROMANOS: CAPTURA Y TRANSPORTE HASTA ROMA

 

María Engracia Muñoz-Santos

Dra. en Arqueología

 

El mosaico romano de la Piazza Armerina de la Villa del Casale en Sicilia, denominado como La Gran Cacería, pertenece a un conjunto de obras musivarias mucho mayor de variada temática que se distribuyen por las distintas estancias de la pars urbana: cacerías, un espectáculo circense y el famoso mosaico denominado popularmente como “las chicas del bikini”, son solo algunos de ellos. Este que nos ocupa aquí es el ejemplo más completo de representación gráfica de la captura de animales vivos, posiblemente, para los espectáculos que se celebraban en el imperio romano.

La villa fue habitada desde el 285 hasta el 305 d. C. Se ha especulado mucho sobre quién podría haber sido el dueño[1], pero parece que hoy en día, la hipótesis más aceptada es la de que perteneció Lucio Aradio Valerio Próculo Populonio, una prestigiosa figura de la época de Constantino (272-337), gobernador de Sicilia entre los años 327 y 331 y cónsul romano en el año 340[2].

El mosaico de La Gran Cacería[3], de forma biapsial, se fecha entre el 320 y el 330. Se encuentra en el largo corredor que separa la zona privada de la pública de la villa. Mide 60 metros de largo por 5 de ancho. Es un ejemplo más del estilo musivario típico del siglo IV d. C. que se daba en el Norte de África[4]. El nombre con el que es conocido es erróneo, puesto que se alude a él como “cacería”, pensamos que sería mejor llamarlo “captura” de animales. La escena representada es la de animales capturados vivos y trasladados por diferentes medios hasta varias embarcaciones y se ha entendido como una captura de animales para los espectáculos matinales de los munera anfiteatrales y circenses[5] que se desarrollaban en Roma durante este momento. Un tipo de eventos que ya eran tradicionales desde el siglo II a. C., cuando Fulvio Nobilior con motivo de la victoria romana sobre los etolios (186 a.C.), celebró el triunfo en Roma con un enfrentamiento entre leones y panteras[6].

El mosaico destaca por varios motivos: la cantidad de animales que en él se representan, las formas en que son atrapados, la manera en que son transportados, la cantidad de personas que participan en estas capturas, que ningún animal es abatido si no es por defensa y por último las tres embarcaciones que aparecen enmarcadas en lechos acuáticos. A cada lado unas alegorías interpretadas como la India[7] y África, esta segunda, la del extremo izquierdo, muy degradada. Solo uno de los animales representados es inexistente en la naturaleza y se trata de un grifo. Por lo tanto, nos encontramos ante el más detallado documento que conservamos sobre este aspecto de los espectáculos romanos que los

autores clásicos no mencionan. Es el mejor instrumento que tenemos para conocer esta faceta antem-espectáculo.

Respecto a los animales, podemos destacar en un principio que se trata de grandes ejemplares, no aparecen pequeños animalillos a excepción de cachorros y algún perro que actúa como auxiliar del captor. Los principalmente representados son mamíferos y únicamente hay avestruces, pertenecientes al grupo taxonómico de las aves.

Tomando como referencia la primera embarcación, podemos dividir el área, a su vez, en tres espacios: el primero, donde se representa la captura (escena de más a la izquierda), donde personajes armados con lanzas y escudos acosan a los animales, muy caótica, donde está muy destacada la acción; el segundo espacio, donde ya han sido capturados y son trasladados mediante jaulas de madera, redes, a pie… y finalmente un tercer espacio, en el que ya son embarcados rumbo a la ciudad donde se celebrarán los juegos. Por lo tanto, la imagen es la traducción gráfica del esquema de una captura: Obtención del animal, traslado y transporte en barco hasta el lugar de destino.

En este espacio podemos ver leopardos, leones y algunos herbívoros (quizás se trate de impalas). En la embarcación (podría ser una triacontera[8]) podemos ver cómo ya se han dispuesto varias de las jaulas. Se trata de un transporte de vela cuadrada y que utiliza remeros, es difícil concretar qué tipo de embarcación es, pero el que utilice vela cuadrada nos indica que se trata de un transporte marítimo y que en el agua se representasen peces de especies marinas lo podría corroborar. Es algo que diferencia a las otras dos representaciones acuáticas del mosaico, desconocemos el motivo de ello.

Lo más curioso de esa escena es que, al otro lado de esta embarcación, los animales están siendo trasladados a tierra. Este lugar es un espacio de encuentro con la siguiente embarcación. ¿podría tratarse del puerto de Ostia? ¿o el fluvial de Roma? Es complicado saberlo puesto que, además, hay una zona del mosaico muy degradada.   Significativamente, este es el centro del corredor, pero hay una falta de interés por ese momento de la llegada puesto que es la escena más corta y con menos detalle, lo importante del mosaico es la captura.

La siguiente embarcación (¿una liburna quizás?) encabeza una escena similar. Los animales aquí son completamente distintos: tigres, elefantes, bueyes, rinoceronte de un cuerno, incluso un camello arábigo y felinos manchados, quizás leopardos o guepardos. Solo en el extremo derecho encontramos lo que parece un león a la misma altura del grifo, este último un animal inexistente, mitológico. Del centro hacia la izquierda los animales son cada vez más exóticos hasta llegar a lo imaginario, de lo conocido a lo desconocido.

En el extremo final, una figura femenina, representa el continente asiático puesto que a sus pies aparecen un tigre, un elefante, en sus manos porta un colmillo de este animal. En el extremo opuesto se intuye otra alegoría femenina portando una lanza y animales a sus pies, aunque solo son distinguibles los cuartos traseros de dos felinos.

En diferentes escenas se pueden intuir las formas de capturar estos animales: los leopardos parece que son cercados por los hombres armados que forman en círculo a su alrededor, probablemente con el objetivo de reducir el espacio. Uno de ellos lleva lo que podría ser un cebo, atado a una base plana y rectangular, por sus cuatro patas, es complicado poder distinguir qué animal es. En el lado opuesto, un jinete arrebata a una tigresa sus cachorros, sabemos que esta forma de captura era realizada con estos animales y consistía en raptar

toda la camada, salir al trote y cuando la madre perseguía al jinete para recuperar sus crías, este dejaba caer una de ellas que la madre recogía con su boca y retornaba a la guarida, escapando el capturador con el resto de la camada[9]. Esto proporcionaba varias ventajas al comerciante: por un lado, tener varias crías por si alguna moría durante el viaje, minimizando riesgos económicos, y por otro, que creciesen durante el trayecto de forma que ocupaban poco lugar en las embarcaciones, se adaptaban al ser humano, comían menos, eran más manejables y terminaban siendo adultas a su llegada a destino, listas para participar en la arena.

Respecto al transporte vemos de varios tipos: mediante redes atadas a un palo, muy similar al de otros mosaicos, parece que este sistema era utilizado especialmente para transportar jabalíes; otros animales van andando por su propio pie, como en el caso de los avestruces que además parece que puedan llevarse bajo el brazo, atados con correas como uno de los tigres, con cuerdas como en el caso del elefante, del rinoceronte o del astado que además parece que se resiste. El transporte en jaulas es de dos tipos: las jaulas montadas sobre carro y las jaulas con ruedas incorporadas, quizás por la peligrosidad del animal eran subidas a bordo en estos trasportes directamente en el barco. Desconocemos qué hay dentro.

Sobre los lugares utilizados como puerto, podemos intuir por el fondo algunos datos: Por un lado, la zona que podríamos llamar como “africana” es una zona llana, salpicada de palmeras, no se trata del puerto de Alejandría porque entonces se habría representado el famoso Faro, por ejemplo. Debido a la aparición de una gran construcción yo hipotetizaría que podría tratarse de algún puerto en el norte de África. Quizás, con la profusión de columnas y los dos elementos arquitectónicos que sobresalen, se quisiera representar el puerto de Cartago. En el lado opuesto, lo que podríamos decir que es la zona más extrema, destacan los árboles sobre las palmeras y no es un lugar tan llano, el romano que realizó el mosaico quería representar un paisaje rocoso o montañoso, poco habitado, salpicado por alguna que otra construcción muy simple, quizás un templo, aunque parece que los tejados son mucho más grandes que en las construcciones del lado derecho. No aparecen grandes ciudades y los puertos también son inexistentes, puesto que el supuesto de Cartago queda lejos. Parece que se utilizarían zonas inhóspitas y alejadas de la civilización, probablemente debido a la cercanía del improvisado puerto del lugar de captura, minimizando riesgos de esta forma. En este otro lado del mosaico se puede apreciar otra embarcación y otro elemento acuático, ¿podría hacer referencia la primera zona a Arabia y la segunda la India?

Por último, quisiera destacar la figura del grifo, en la parte más alejada del centro del mosaico. El único animal imaginario de toda esta obra musivaria. La escena es intrigante puesto que dentro de la jaula de madera aparece un ser humano, atrapado por este animal mitológico, y que se asoma entre los barrotes.

A modo de conclusión debemos tener presentes varios aspectos que destacan en base a lo ya comentado: que se trata de un mosaico que representa la grandiosidad de Roma en tierras lejanas a la civilización y a la propia ciudad de Roma; que hay un destacado heroísmo en las escenas de captura que demuestran la virilitas romana (no aparecen auxiliares, hombres de otros pueblos, de otras razas), todos ellos están uniformados, se cree que podrían ser esclavos de la villa[10] de la misma forma; que Roma es representada como dominante de la Naturaleza; que si aceptamos la hipótesis de las tres zonas divididas

por embarcaciones y elementos acuáticos, podríamos estar ante la representación de los tres principales lugares de captura de animales en la antigua Roma: África, Arabia y Asia, y la lejana India, mucho más desconocida in extenso y por ello, de representación más reducida, pero con el elemento imaginario del grifo que la delata.