Cambios políticos, nuevos tiempos.
En lo que se refiere a Extremadura y también a nivel nacional, todos los programas electorales han coincidido en plantear ideas que gustan a todo el mundo como medidas para trabajar menos, conciliar mejor, racionalizar nuestros horarios, etc., nada que resuelva los verdaderos problemas. El hecho no deja de ser curioso, pero yo, aparte de no creerme nada, me interesa lo que hagan con relación a la profesión Veterinaria, que es a la que represento.
Seguramente estamos en presencia de un cambio de época en nuestra región, pero no hay tiempo para procesos de aprendizaje y maduración porque Extremadura no puede esperar más, los plazos se acortan y sólo debemos aceptar metas cercanas. Dejemos las ideologías políticas que son cosa del pasado y planteemos cuestiones funcionales, tomarse en serio aquello que nos dicen los que saben.
Vivimos una crisis política, económica, cultural y social, que se acentúa aún más en Extremadura, una región donde el campo, con su agricultura y ganadería bajo mínimos, pide ayuda a gritos. El cierre de muchas explotaciones como consecuencia de la crisis económica y de la sequía, ha llevado también a una verdadera crisis de la veterinaria rural. Esto unido al aumento del número de mascotas, ha dibujado una nueva perspectiva social. En todo caso, los veterinarios somos la primera barrera de lucha para impedir la transmisión de enfermedades de los animales a las personas.
Hasta ahora y en lo que concierne a la Consejería de Sanidad, la profesión veterinaria ha sido ninguneada permanentemente, poniendo en jaque a la salud pública veterinaria extremeña. No saben que los veterinarios hemos liderado en las últimas décadas varias luchas contra pandemias de origen animal, como la peste porcina, la gripe aviar o la encefalopatía espongiforme bovina.
Existe un desconocimiento total de la labor de los veterinarios y el desprecio e insulto a más de 30.000 profesionales, que luchan cada día para garantizar la seguridad alimentaria de las personas, la sanidad animal y la salud pública.
Es necesario trabajar junto con otras especialidades para buscar soluciones ante los principales retos de la sociedad como las enfermedades emergentes, zoonosis, el impacto medioambiental o las resistencias antimicrobianas, bajo el enfoque de Una Salud.
En su momento, hace bastantes años, me entrevisté con los Consejeros de Sanidad y Agricultura de la Junta de Extremadura y les expuse la problemática de la profesión Veterinaria. Por un oído les entró y por el otro les salió. Con las nuevas Autoridades sanitarias haré lo mismo en los próximos meses. Pasado un tiempo ya os contaré. Es hora de dejar los planteamientos catetos a los que nos tienen acostumbrados y cambiar de perspectiva y, sobre todo, abandonar la política “apagafuegos” y de “parcheo”. No podemos estar continuamente resolviendo problemas a medida que van surgiendo. A ver si de una vez por todas nos adelantamos a ellos.
José-Marín Sánchez Murillo
