Veterinarios Badajoz# ¿Cómo afecta el dolor a nuestros perros?
Comenzaremos definiendo el dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada, o similar a la asociada, con daño tisular real o potencial según la Asociación Internacional para el estudio del dolor (IASP).
Algunos de los signos de dolor son evidentes, como pueden ser la emisión de quejidos o los cambios bruscos en la posición corporal, pero otros signos de dolor no son siempre apreciables a simple vista, y requieren de un ejercicio de interpretación clínica más preciso.
Los principales elementos sobre los que debemos de fijarnos son los siguientes:
- Modificaciones de la conducta alimentaria.
- Reducción del nivel de actividad.
- Alteraciones del sueño de nuestro perro.
- Cambios a la hora de jugar y de establecer interacciones sociales
Por otra parte, la aparición de miedos es crucial a la hora de presagiar que nuestro perro está sufriendo, pudiendo desencadenarse un desorden ansioso.
Así, la aparición de conductas agresivas (gruñidos y marcaje con la boca) además de las repetitivas (perseguir su propia cola, cazar moscas imaginarias) son claros ejemplos de que probablemente haya alguna dolencia que incomoda al animal.
Otros animales pasan a buscar una demanda de atención mayor de sus propietarios para reflejar así una incomodidad, mientras que otros por el propio dolor se ven en ocasiones incapaces de retener sus necesidades y orinan y defecan en lugares no habituales, siendo también indicativos de malestar.
Además, la desaparición de conductas habituales puede ser igualmente indicativa de que algo no marcha como debiese en el día a día de nuestro compañero canino.
