D. Álvaro Paredes Esteban
Nace en Alange (Badajoz) el 28 de Febrero de 1913, ingresa en 1929 en la Escuela de Veterinaria de Madrid y termina la carrera en 1934; posteriormente se Licencia en Veterinaria con sobresaliente en la misma Facultad en 1951.
Su actividad profesional tiene tres vertientes fundamentales: la sanidad humana, la animal, la zootécnica, de la que es un enamorado. Por ello desde 1936 en el que recibe el título de Inspector Municipal Veterinario de la Dirección General de Ganadería, no ha dejado de desarrollar una brillante labor, ejemplo de muchos que le siguieron hasta el momento de su jubilación en 1982.
De este modo, en 1936 se incorpora al ejercito como Oficial Veterinario, desarrollando una acertada labor en el hospital de animales de campaña e incluso es felicitado por la erradicación que hizo de un foco de Muermo.
En 1939 ocupa la plaza de Inspector Municipal Veterinario en Villanueva de la Serena; en 1941 pasa a Mérida y Trujillanos, aunque también tiene que llevar las de Mirandilla y Calamonte, al serles agregadas.
En 1947 es nombrado Veterinario Auxiliar del Registro Lanero de la Provincia.
En 1952 obtiene por concurso la plaza de veterinario en el Matadero Regional de Mérida, simultánea con la titular y se ocupa de la Selección de recogida de glándulas para opoterapia y una sección de obtención de suero-peste.
En 1958 obtiene la jefatura de los Servicios Municipales Veterinarios de Mérida, cesando en su puesto del Matadero Regional al estar incompatibilizado.
Una labor profesional puntera se sustenta en una sólida formación, por lo que es Especialista en Inseminación Artificial Ganadera en 1952, Diplomado en Sanidad por la Escuela Departamental de Sevilla en 1968.La completa con una serie amplia de cursos entre los que se puede citar; Avicultura y Cunicultura, en 1934; Inspección Sanitaria de Pescados, Moluscos y Crustáceos, en 1936; Veterinaria, en 1941; Selección de ganado ovino y análisis de lanas, en 1950.
Asiste y amplia estudios en el Instituto de Biología Animal, secciones de Histopatología y Bacteriología de 1932 a 1936; en el Laboratorio de la Junta de Ampliación de Estudios sobre Histología en 1933; en el Laboratorio de Hemoparasitología de la Facultad de Medicina de Madrid desde 1934 a 1936.
Todo ello le permite publicar trabajos de investigación sobre temas pioneros de la parasitología, hematología y la patología, entre los que se cita:” Nota sobre algunos helmintos parásitos de los équidos, Proteromona L. viridis K. bicasulatus y C. de Tod en L. Murales”;” Brucelosis porcina”, “Aportaciones al conocimiento de la patología ovina regional, y en colaboración con D. Eduardo Laguna Sanz”, “Bunostomiasis en ganado lanar.”
Pero además de sus datos científicos, se puede resaltar su capacidad organizativa y, como ejemplo, vale destacar que es “alma mater” de la organización del Primer Concurso Provincial de Ganado Lanar, en mayo de 1947 en Mérida, bajo patrocinio de la Junta Provincial de Fomento Pecuario de Badajoz, donde se trata de profundizar en el estudio zootécnico-económico de la lana. En este evento, en aquella época pionera, tuvieron destacadas intervenciones los ilustres veterinarios señores Carda, Tapia, Díaz-Montilla, Rubio y Cuenca.
Como activo trabajador por la defensa de la profesión al tratar de aunar esfuerzos para mejorar el nivel técnico, social y económico del veterinario, no duda en integrarse en la actividad colegial el 25 de mayo de 1940, siendo presidente del Colegio de Badajoz desde el 3 de diciembre de 1949 a 30 de julio de 1954. Encabezando una Junta Directiva ilusionada, es capaz de edificar la actual sede colegial “sin bancos ni hipotecas ni subvenciones, sino acudiendo al bolsillo y al corazón de los compañeros”, como dice Álvaro, dejando trasluciruna gran visión de futuro y la imagen plástica de la evolución de la profesión durante su mandato.
A la vez, cuando se organiza la Asociación Nacional de Veterinaria Titulares no duda en participar activamente en ella y es elegido Delegado Provincial de Badajoz y vocal de la 2ª zona (Andalucía, Melilla y Extremadura) desde 1955 a 1979, toda una vida dedicada a la Veterinaria Titular.
Es una institución en Mérida no solo en el campo técnico-veterinario, sino en el de erudición y humanismo, pues colabora con escritores, poetas, historiadores y arqueólogos sobre todo lo relacionado con Mérida y en la lucha por la protección y defensa del medio ambiente, en unos momentos en que el ecologismo era solo concebido por unos pocos avanzados.
Desde el colectivo veterinario, se le reconoce su labor y es objetivo de nombramiento como Presidente Honorifico del Colegio el 16 de noviembre de 1964 y posteriormente se le tributa un homenaje el 29 de julio de 1988, con asistencia masiva de compañeros, durante cuyos actos nuevamente se puso en relieve su personalidad, su vocación veterinaria y su capacidad de ilusionar a los demás.